El lunes es, sin lugar a dudas y genéricamente hablando, el día más aberrante de los siete de la semana. Es el día en el que todos los oficinistas aburridos sin darnos cuenta sufrimos la muerte de una parte de nuestro tejido anímico conformado por células que no se regenerarán jamás, aun si tenemos la suerte -cuatro días después- de vivir un Viernes (con mayúsculas) de ensueño.
Reconozco que no la tiene fácil el lunes, no sólo carga con el pitazo final del continuo devenir de las horas maravillosas del fin de semana, sino también con su posición más (y muy) alejada del próximo oasis semanal. Hubo intentos de algún argentino lunéfilo que craneó el traspaso a los lunes de los feriados que caen en cualquier día, algunos dicen que se hizo para fomentar el turismo, quizás otros digan que fue un intento desesperado de salvar la reputación de este día maldito dándole algunas chances de compartir la condena con los martes. De todos modos no lo lograron, el lunes es el día más abominable y nada va a cambiar hasta que no se decrete que el fin de semana tenga tres días…y que no le den el premio al Viernes, así democratizamos la cosa un poco. Si ese milagro ocurriera, este post sería editado y dónde dice “lunes” pasaría a decir “martes”. Pero todo sería parecido.
Es muy, muy difícil que el lunes sea un lindo día para el oficinista. Sólo si antes del mediodía ocurre un hecho fortuito con una alta carga de alegría se puede revertir su efecto demoledor, porque en general el lunes es el día en el que los jefes tóxicos* suelen darnos más trabajo, más aburrido y más urgente; también podemos experimentar otro tipo de tormentos tales como prolongadas, tediosas e infructuosas reuniones que finalizan después del límite de nuestro horario laboral o en el mejor de los casos hacernos perder nuestras horas de almuerzo. Puede ocurrir que cada tanto nos llegue un email de RRHH con una encuesta de carácter obligatorio para contestar en el día, y ese día va a ser el lunes. El lunes es también el día predilecto para el acontecer de todos los problemas tecnológicos que puedan manifestarse en la vida del oficinista: la caída del teléfono celular en el mingitorio, un repentino apagón que nos deje sin computadora y sin planilla de excel o documento de word que no habían sido salvados luego de hacerles algún cambio fundamental, o una mancha venenosa de tonner de fotocopiadora en la camisa blanca debido al estúpido y desesperado intento de hacer que el cartucho dure un poquito más…como si lo pagáramos nosotros.
El oficinista se enfrenta con su gris realidad laboral todos los días hábiles durante todo el año, pero de todos ellos el peor, el más repugnante, odioso y deprimente es definitivamente el lunes, porque esconde una sensación de derrota inigualable, de la que no todos somos concientes. Para entenderla mejor: ¿No les pasa que el viernes llegan a la oficina con actitud de “vine porque quise…agradezcan que no me quedé en mi casa, señores: HOY ES VIERNES!!!”, mientras que el lunes van a la oficina porque tienen que hacerlo, porque no les queda otra y porque lisa y llanamente están obligados? Y debe ser así, porque el Viernes es Santo y no nos importa ir a la oficina. Pero el lunes….Dios mío…el lunes es el día de la bestia.
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Seguramente volveré a subir una entrada esta semana ya que la idea es ordenarlas de tal manera que se institucionalicen lunes y jueves como los días del oficinista aburrido. Ahora me espera una adorable tarea: voy a completar mis objetivos laborales para el año 2009 porque recién me avisaron que tengo el formulario incompleto y el “due date” es hoy, lunes.
*jefes tóxicos: incluyo en este grupo de gente despreciable a los malhumorados permanentes, los maltratadores, los que se apropian del buen trabajo de sus subordinados, los que quieren caer bien y son unos estúpidos, los que acosan, los que gritan, los que se tiran pedos con ruido y sin pudor y los que pagan mal.
Reconozco que no la tiene fácil el lunes, no sólo carga con el pitazo final del continuo devenir de las horas maravillosas del fin de semana, sino también con su posición más (y muy) alejada del próximo oasis semanal. Hubo intentos de algún argentino lunéfilo que craneó el traspaso a los lunes de los feriados que caen en cualquier día, algunos dicen que se hizo para fomentar el turismo, quizás otros digan que fue un intento desesperado de salvar la reputación de este día maldito dándole algunas chances de compartir la condena con los martes. De todos modos no lo lograron, el lunes es el día más abominable y nada va a cambiar hasta que no se decrete que el fin de semana tenga tres días…y que no le den el premio al Viernes, así democratizamos la cosa un poco. Si ese milagro ocurriera, este post sería editado y dónde dice “lunes” pasaría a decir “martes”. Pero todo sería parecido.
Es muy, muy difícil que el lunes sea un lindo día para el oficinista. Sólo si antes del mediodía ocurre un hecho fortuito con una alta carga de alegría se puede revertir su efecto demoledor, porque en general el lunes es el día en el que los jefes tóxicos* suelen darnos más trabajo, más aburrido y más urgente; también podemos experimentar otro tipo de tormentos tales como prolongadas, tediosas e infructuosas reuniones que finalizan después del límite de nuestro horario laboral o en el mejor de los casos hacernos perder nuestras horas de almuerzo. Puede ocurrir que cada tanto nos llegue un email de RRHH con una encuesta de carácter obligatorio para contestar en el día, y ese día va a ser el lunes. El lunes es también el día predilecto para el acontecer de todos los problemas tecnológicos que puedan manifestarse en la vida del oficinista: la caída del teléfono celular en el mingitorio, un repentino apagón que nos deje sin computadora y sin planilla de excel o documento de word que no habían sido salvados luego de hacerles algún cambio fundamental, o una mancha venenosa de tonner de fotocopiadora en la camisa blanca debido al estúpido y desesperado intento de hacer que el cartucho dure un poquito más…como si lo pagáramos nosotros.
El oficinista se enfrenta con su gris realidad laboral todos los días hábiles durante todo el año, pero de todos ellos el peor, el más repugnante, odioso y deprimente es definitivamente el lunes, porque esconde una sensación de derrota inigualable, de la que no todos somos concientes. Para entenderla mejor: ¿No les pasa que el viernes llegan a la oficina con actitud de “vine porque quise…agradezcan que no me quedé en mi casa, señores: HOY ES VIERNES!!!”, mientras que el lunes van a la oficina porque tienen que hacerlo, porque no les queda otra y porque lisa y llanamente están obligados? Y debe ser así, porque el Viernes es Santo y no nos importa ir a la oficina. Pero el lunes….Dios mío…el lunes es el día de la bestia.
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Seguramente volveré a subir una entrada esta semana ya que la idea es ordenarlas de tal manera que se institucionalicen lunes y jueves como los días del oficinista aburrido. Ahora me espera una adorable tarea: voy a completar mis objetivos laborales para el año 2009 porque recién me avisaron que tengo el formulario incompleto y el “due date” es hoy, lunes.
*jefes tóxicos: incluyo en este grupo de gente despreciable a los malhumorados permanentes, los maltratadores, los que se apropian del buen trabajo de sus subordinados, los que quieren caer bien y son unos estúpidos, los que acosan, los que gritan, los que se tiran pedos con ruido y sin pudor y los que pagan mal.
larga vida a este blog!!!
ResponderEliminarSon las once menos cuarto de la noche luego de un lunes horroroso, en el que me tuve que tomar dos ibuprofenos para combatir el dolor de cabeza que siempre me generan los lunes.
Creo decididamente que la semana tiene que tener un día libre más, que los días de vacaciones tienen que ser con un piso de 30 días mínimo y... y nada, allí, matemos al martes!!!
un abrazo!!!
Gus
El lunes es el ogro, el cuco, el hombre de la bolsa, Cruella De Vil, la Bruja del 71, el Baron Ashler y Skelletor de los días de la semana.
ResponderEliminarVamos por el dia "Osvaldo" de la publicidad de Quilmes!!! Se acuerdan??
ResponderEliminarDecididamente, cuando un laburo no te va mas y cumpliste un ciclo en ese lugar, es hora de dar vuelta la página y empezar a escribir una historia nueva en otro lugar...
No hay lunes, ni viernes, ni feriado, ni vacaciones que logren hacerte ver de colores lo que vos ya sabés que es gris.
Hola Van
ResponderEliminarEs cierto lo que decís. Pero si me voy tengo que cerrar el blog, sería una pena....
Igualmente, NONO, peor sería trabajar ;)
ResponderEliminarBesos de lengua :)
Tu gran problema es que no sos el jefe.
ResponderEliminarSISI
A veces pienso lo mismo. Pero cuando veo las caras, los humores y las actitudes de los jefes de esta oficina, prefiero seguir aburrido.
ResponderEliminarjamás seré jefe, jamás.
ResponderEliminara lo sumo, los de atrás vienen conmigo.
salud por los privados de la libertad, que cuando termina la jornada, fichamos y somos libres... hasta el otro día!
Después de ser jefa cuatro años, debo decir que no serlo me liberó de tensiones, mucho. También disminuyó mi sueldo considerablemente, es cierto. Quizás somos una generaciòn de jóvenes no ambiciosos. Y está muy bien.
ResponderEliminarAgregemos entre los jefes tóxicos a los esquizofrenizantes, que te dicen que hagas A, y cuando hacés A te comunican que tenías que hacer B.
ResponderEliminarA mí me pasa día por medio más o menos. O también te dan consignas generales y se van. Ejemplo: "Llamá a los proveedores por el tema de la mercancía". Y uno piensa: ¿por qué no me dice a qué proveedores?, ¿a todos?, ¿de qué mercancía habla?, ¿de la que trajeron ayer?
Igual, dentro de su locura, no te echan porque necesitan retroalimentar la psicosis, y de a uno es muy difícil.
Ufffff!!!! Los que andan desparramando sus psicopatologías a troche y moche son los peores...vamos a dedicarles más de un post, pronto.
ResponderEliminarDios!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No sabía que mi jefe tenía un clon!!!!
ResponderEliminarAdemás de lo que describiste como jefe tóxico, al mío le podemos agregar: sobrador, machista, misógino y con alta facilidad para denigrar al resto... y ya que estamos... mitómano :D
Vani, tu jefe es un psicópata.
ResponderEliminarYes!!!!!
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