lunes, 22 de febrero de 2010

Mitología Oficinística (II)

Mientras estaba en el cine viendo "Holmes" (recomendable para pasar un rato entretenido) pensé en continuar la construcción de los personajes de la mitología oficinística que otrora encaré. En ese entonces pensé en Fernando De la Rúa (asco de presidente que nos tocó en mala suerte tener) como el Dios de los Oficinistas, y en Bob Marley como el Anticristo, el ángel caído -decía-, el tipo que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, podría hermanarse con la vida gris de una oficina y todos los elementos que la componen.

Retomando por el lado amable, se me ocurrió que tenía que encontrar para Bob algunos laderos-apóstoles del bien, de la vida creativa, feliz y colorida, en la que "burocracia" sólo podría llegar a ser el nombre de una tortuga. Pensé entonces en rubros antioficinescos de la vida cotidiana, y les asigné sus santos patronos:

A Vincent Van Gogh le toca ser la divinidad de los colores. Bien ganado lo tiene, sobre todo por sus amarillos. Como divinidad de la diversión lo puse al actor Jack Black, que siempre me levanta el ánimo. Para los deportes lo puse a Michael Jordan, pura magia. La deidad de la creatividad podría ser Charlie Kaufman, autor de los guiones más increíbles del cine actual.
Para la música: Joey Ramone. Por la música y por su look ultra antioficina. La fantasía no podía faltar en esta lista y para ella pensé en J. R. R. Tolkien. Dado que la oficina es un lugar en el que las desigualdades arbitrarias son moneda corriente, quiero a Martin Luther King como divinidad de la igualdad de oportunidades. Otra característica común en estos antros es la hipocresía, así es que voy a pedirle a Charly García que nos proteja con su sinceridad a prueba de balas. Para el compañerismo no puedo elegir a otro que a mi perro, P. Tinto. El mejor compañero para todo momento. Finalmente, para ir cerrando y aunque en la oficina lo hay, voy a elegir al gran Negro Olmedo como Dios del Humor de esta mitología (anti)oficinística.
En otro momento, cuando el ánimo así lo disponga, buscaré algunos demonios que acompañen al Dios de la Oficina.
Hasta la próxima entrada.
Amén.

2 comentarios:

  1. Grande P. Tinto. Los perros siempre son personajes queribles.

    ¿tiene las orejas operadas? es un dato importante para hacernos la imagen.

    Saludos!

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  2. No, Pip. Mutilarle las orejas a un boxer es un pecado.

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