miércoles, 26 de agosto de 2009

Oficinistas Famosos III: Franz Kafka

Considerado como uno de los autores más influyentes de la literatura universal del siglo XX, Franz Kafka fue un oficinista y escritor checo nacido en Praga en 1883 y fallecido a los 41 años de edad, en la deprimida década del 20. Trabajó en aseguradoras desde 1907 hasta 1920, cuando la tuberculosis le impidió continuar con su atormentada vida oficinística.

Quizás sea el checoslovaco más famoso, a pesar de haber escrito sólo cuatro novelas y no haber ganado ningún torneo de Grand Slam.

Sus dos obras más renombradas son El Proceso y La metamorfosis. Comprendí el por qué de su fama desde la pesadumbre que se apoderó de mi espíritu durante la lectura de ambas. El Proceso es una obra oscura y llena de angustia en la que el protagonista es atrapado por un laberinto burocrático repleto de reglas tácitas que desconoce por completo (y en el que no faltan las oficinas deprimentes), a punto tal de llevarlo a un desenlace trágico sin saber la razón. La metamorfosis, su obra cumbre, es una novela corta que recomiendo leer y releer, aunque más no sea para sentirnos un poco mejor al comparar la desgraciada vida de Gregor Samsa con la de uno. Nunca volví a encontrarme con una obra literaria que me transmitiera tan eficazmente la angustia de su protagonista. El detonante es la transformación de Gregor en una especie de Gran Cucaracha, lo que claramente representa una metáfora que desencadenó decenas de interpretaciones diferentes aboradadas desde la filosofía, la literatura, el psicoanálisis y hasta la ciencia política.

Kafka fue un oficinista tan pero tan groso, que el idioma adjetivó su apellido.
Desde aquí, este pequeño homenaje a otro colega que trascendió las fronteras de las grises paredes de nuestra jaula cotidiana.




5 comentarios:

  1. Qué terrible La Metamorfosis. No es para leer en medio de una tristeza o depresión.

    Otro checo famoso es Ivan Lendl

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  2. "Kafka fue un oficinista tan pero tan groso, que el idioma adjetivó su apellido."
    Clap clap clap!
    Excelente reseña de un autor por demas reseñado.

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  3. Hablando de checoslovacos que empiezan con K y saben escribir no nos podemos olvidar de Milan Kundera, tambien tiene los suyo, "la insoportable levedad del ser", "la vida esta en otra parte", etc.

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  4. Qué bueno!!! Este es lejos mi oficinista preferido (después de vos, por supuesto).

    Su vida fue del gris más oficinesco que se puede pensar, desgarrador.

    Era como un exiliado en su propia tierra. Si bien vivía en Praga no escribía en checo sino en alemán. Tenía una traductora al checo, Milena, de la que se enamoró, y en las cartas que se escribían se ve que el tipo era realmente un melancólico. Encima no supo nunca lo que pasó con sus libros y cómo fue leído. Su obra fue publicada después de su muerte por su amigo Max Brod que no le obedeció y no quemó todo.

    eso sí que me angustia.
    Bueno, me copé escribiendo.
    Buenísima tu reseña.
    beso.

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  5. Vani, gracias por el aporte. Qué bueno que existen los Max Brod en el mundo...como la madre de J.Kennedy Tool, que insistió en publicar la novela de su hijo suicidado y resultó la obra más importante (?) de la literatura yanqui de este siglo (La conjura de los necios).

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