A medida que pasan los días, las conversaciones con Javier se van tornando paradójicamente más monotemáticas y más divertidas. De lo único que se habló en los últimos almuerzos fue de su alocada nueva vida de soltero. Pero como me divierto...
La relación con Viviana sigue adelante, ya se vieron varias veces configurando encuentros que, a la hora de hablar, son desencuentros. Ella lo hace sin parar, y él se aburre. Pero cuando llegan a la cama, todo se torna de otro color...de rojo carmesí, para ser sinestésicos. Al rojo se le pueden achacar muchas cosas, pero de aburrido no tiene nada y, según dicen algunos, es el color del erotismo por excelencia.
El fin de semana pasado Javo se quedó a dormir en la casa de Vivi (así la llama ahora) y en un arranque de invasividad le abrió el botiquín. Como Seinfeld cuando encontró la crema antimicótica en la casa de una vecina hermosa, Javo se encontró con una sorpresa que no le pareció para nada agradable. Pienso que no es grave, más bien entre simpática y llamativa, pero no puedo negar que sobre todo, es asombrosa.
La relación con Viviana sigue adelante, ya se vieron varias veces configurando encuentros que, a la hora de hablar, son desencuentros. Ella lo hace sin parar, y él se aburre. Pero cuando llegan a la cama, todo se torna de otro color...de rojo carmesí, para ser sinestésicos. Al rojo se le pueden achacar muchas cosas, pero de aburrido no tiene nada y, según dicen algunos, es el color del erotismo por excelencia.
El fin de semana pasado Javo se quedó a dormir en la casa de Vivi (así la llama ahora) y en un arranque de invasividad le abrió el botiquín. Como Seinfeld cuando encontró la crema antimicótica en la casa de una vecina hermosa, Javo se encontró con una sorpresa que no le pareció para nada agradable. Pienso que no es grave, más bien entre simpática y llamativa, pero no puedo negar que sobre todo, es asombrosa.
Viviana tenía en el baño un frasco que parecía perfume, un spray incoloro que casi pasa desapercibido si no hubiera sido porque quiso saber qué perfume era. Pero cuando se acercó descubrió que no era lo que él pensaba. Vivi tiene en su botiquín un frasquito de feromonas. Dice wikipedia: "...Muchas especies de plantas y animales han utilizado diferentes aromas o mensajes químicos como medio de comunicación y casi todas utilizan uno o varios códigos por este medio, tanto para atraerse sexualmente como para otros fines."
Cuando las descubrió, Javo cerró el botiquín y decidió que esa noche no iba a hacer nada, ni preguntarle, ni irse, ni siquiera pensar en ello. Pero ahora no puede sacarse de la cabeza la idea de que en cierta medida fue engañado, y se formula varias preguntas. ¿Qué hubiera pasado sin las feromonas? ¿Se hubiera fijado en ella o en la amiga tetona? ¿Tendría las feromonas puestas el día que las conocimos en Granix? ¿Llevará feromonas en su cuerpo cuando va a trabajar? Hoy, en la mente de Javier, Viviana y feromonas son sinónimos. Un par sintético y dialéctico, una es con y por la otra.
Por suerte, su vida amorosa no quedó encerrada en un solo botiquín. Anoche estuvo con Carolina, la amiga de la hermana, su musa histórica. Fueron a tomar el café de aquél día a un Starbucks (recomendado por Lucila) y charlaron durante horas. Lamentablemente el presente de Carolina no es el mejor, está con algunos problemas laborales, otros con el ex marido, se hace cargo de su madre y su hermana y se la ve apagada, triste, ojerosa y por momentos, un tanto hiperkinética.
A pesar de todo, unos días después durmieron juntos (los niños estaban en la casa de los abuelos paternos). Durmieron, pero no mucho. Javo se despertó una y mil veces, fue varias veces al baño porque tomó mucha cerveza, pero esta vez, decidió que no abriría ningún botiquín ajeno.
Cuando las descubrió, Javo cerró el botiquín y decidió que esa noche no iba a hacer nada, ni preguntarle, ni irse, ni siquiera pensar en ello. Pero ahora no puede sacarse de la cabeza la idea de que en cierta medida fue engañado, y se formula varias preguntas. ¿Qué hubiera pasado sin las feromonas? ¿Se hubiera fijado en ella o en la amiga tetona? ¿Tendría las feromonas puestas el día que las conocimos en Granix? ¿Llevará feromonas en su cuerpo cuando va a trabajar? Hoy, en la mente de Javier, Viviana y feromonas son sinónimos. Un par sintético y dialéctico, una es con y por la otra.
Por suerte, su vida amorosa no quedó encerrada en un solo botiquín. Anoche estuvo con Carolina, la amiga de la hermana, su musa histórica. Fueron a tomar el café de aquél día a un Starbucks (recomendado por Lucila) y charlaron durante horas. Lamentablemente el presente de Carolina no es el mejor, está con algunos problemas laborales, otros con el ex marido, se hace cargo de su madre y su hermana y se la ve apagada, triste, ojerosa y por momentos, un tanto hiperkinética.
A pesar de todo, unos días después durmieron juntos (los niños estaban en la casa de los abuelos paternos). Durmieron, pero no mucho. Javo se despertó una y mil veces, fue varias veces al baño porque tomó mucha cerveza, pero esta vez, decidió que no abriría ningún botiquín ajeno.