El jueves Mariano estaba de pésimo humor, lo noté apenas entré. La empresa decidió "premiarlo" por su buen desempeño y le asignaron una línea y una blackberry. A partir de ahora no va a ser necesario que pague su propio teléfono celular y además, gracias a la enorme gestión de su jefe, va a contar con la teconología de punta aplicada a las comunicaciones a su entero servicio, un muy lindo chiche geek sólo para él.
Pero como todo (TODO) en la vida, el beneficio tiene su contracara, su perjuicio asociado, su yang. Mariano ya sabe y está padeciendo ex-ante su pérdida de libertad a la hora del almuerzo y la extensión de hecho de su horario laboral, que hasta hoy era de 9:30 a 18:30. Con su nuevo aparatito estará disponible y ubicable de 6 AM (9 hs. de Londres, desde donde lo llaman diariamente) a 20 hs., hora en la que su superior, normalmente, todavía está en la oficina. El celular pagado por la empresa viene con el deber incorporado de ser ubicable unas dieciséis horas diarias.
Hoy fuimos con Javo y él a almorzar a El nuevo Navegante porque los tres teníamos ganas de clavarnos un revuelto gramajo, mejor dicho, el revuelto gramajo por excelencia. Después de vender la propiedad de Viamonte y Bouchard, uno de sus dueños continuó el negocio en un sucucho escondido en la recova de Alem, al lado del Ministerio de Trabajo. En el sucucho, la única señal disponible es la del cable. Bueno, esa y la señal de vida que de vez en cuando da el cocinero que está detrás de las paredes. Todavía no entiendo cómo hace para cocinar ahí, pero lo cierto es que lo hace de maravillas. El problema se suscitó al salir, cuando Mariano descubrió ocho llamadas perdidas en su celular corporativo. Y fue peor aún al volver a la oficina, desde donde provenían las llamadas. El Gerente General-mente boludo lo esperaba con cara de culo porque lo intentó localizar durante media hora y Mariano no respondía. Tuvo que explicarle la situación con toda la parsimonia a su alcance, pero no fue suficente para evitar que el tarado social dijera, mientras se iba y en voz baja "Bueno, no vayan más a comer ahí si no se los puede llamar..."
Demás está decir que me río a carcajadas, me río de janeiro, me río hondo, cuarto y colorado, de la sugerencia de ese infradotado con cargo grande y entendimiento corto que al final lo único que quería era un archivo que tenía en su Inbox desde el lunes a la mañana.
A nosotros, recontraclaro está, nos importa un tercio de bledo. Ya arreglamos para ir de nuevo el viernes al mediodía.
Pepsi con revuelto gramajo, y Good Show!
Buen título!!
ResponderEliminary que esa gente (la jefatura, claro está) se busque una vida. las oscuras épocas en las que conté con un aparato menos glamoroso pero igualmente molesto llamaban a las 10 de la noche como si nada. Torturas oficinísticas!!!
Me encanta el revuelto gramajo..que buen invento... Hay que ser imbécil para siquiera sugerir que cambies el lugar de almuerzo porque no tenés señal... ni que se fueran 10 hs.
ResponderEliminarMi jefe no paga mi celular, pero actúa como si lo pagara...en realidad, actúa como si pagara los celulares de todo aquel al que llama. Es muy graciosa la cara que pone cuando " el celular al que usted llama se encuentra apagado o fuera del área de cobertura", es una mezcla de odio e incredulidad muy buena
Hola a todos!
ResponderEliminarAntes de donde estoy desempeñandome actualmente, labure dos años y monedas en el edificio que esta al lado pegadito al ministerio de trabajo, piquetes, marchas y demases, minimo minimo, dia por medio, sin contar que una vez debimos evacuar el piso porque los gases lacrimogenos llegaron hasta las oficinas, parece que me siguen como en mi fatidico sabado por la tarde, que llegaron de la vereda de enfrente, bueno, sin desviarnos del tema al lado nuestro habia/hay (no lo se) un lugar llamado Paris, y hacian un revuelto de gramajo que era de REEE CHUPETE, no se si será donde vas vos, pero si comparto el gustazo de probarlo.
Saludos para todos!!
Que tire esa Blackberry de mierda al río y listo!!!
ResponderEliminarme río de janeiro, me río hondo, cuarto y colorado
ResponderEliminarjajajajaja!!
un abrazo gigante y disfruta el viernes de tu revuelto gramajo con pepsi .. ;)
Lo que aprendí de cuando en mis laburos me dieron ese tipo de "premios", es que
ResponderEliminar1. Nunca hay que quedarse sin el celular personal. Despues te sacan el de la empresa y quedas como un paria de las comunicaciones.
2. Cuando tenes trabajo pagado por el empresa, generás un reflejo, pavloviano, de que suena y se te estruja la panza. Porque nunca te llaman para darte buenas noticias o para charlar de la vida.
Así que en lo posible mi humilde consejo es hacerse el boludo todo lo posible.
Yo creo que lo peor es la dependencia que crea.
ResponderEliminarTengo conocidos que trabajan en agencias marítimas de orígen chino que a veces estan a la madrugada leyendo e-mails o respondiéndolos, cómo si el mundo fuera redondo hace poco y a partir de la aparición de las BB se hubieran derogado los husos horarios.
Se supone que la modernidad debría traer confort y no sufrimiento.
MAriano.... CHUPALA!!!! yo por eso siempre voy a ser un oficinista malisimamente mediocre
ResponderEliminarCuando empecé a trabajar en donde (desgraciadamente) estoy, tenían la costumbre de llamarme a mi celular PERSONAL.
ResponderEliminarLa primera vez, pensando que era una urgencia atendí.
La segunda, levanté la llamada sin fijarme quien era.
La tercera, llamaron desde un teléfono desconocido.
A la cuarta, dije "es mi celular personal, no me llamen" y corté.
Llamaban a la hora del almuerzo, estando yo en la oficina (parece que les resulta más fácil discar mi celular que mi interno), o estando en la calle dos horas despues de haberme ido... pero NUNCA MAS atendí!!!
Que se metan sus urgencias inventadas y su necesidad de sentir que uno es esclavo del trabajo las 24 hs en el agujero del chip de sus palms.
AHHHHHHHHHHHHHHHHHH
Qué lindo es descargarse!!!
Saludos!