Ya había hablado del tema un par de veces en estas entradas. Hablé de lo aplastante que me resultan los lunes, de sus tediosas cualidades y las duras consecuencias sobre mi estado de ánimo pre y post oficina. Pero me queda por diferenciar de todos ellos (52 en el año, más o menos) a los lunes de enero; y siendo hoy uno de esos días oficinísticos nefastos voy a aprovechar para descargar un poco.
Para un oficinista contador como yo, los lunes de enero representan la peor escoria en el escalafón de los días del año. Los días pútridos, infames, infectos y más desagradables.
¿Por qué? Porque a todas las actividades normales de un lunes cualquiera, tenemos que sumarles por lo menos dos con una enorme sobrecarga: el cierre de balance anual (aunque no todos cierran el 31 de diciembre, pero suele ser la regla general) y la cobertura de espaldas de algún compañero que, hábilmente, disfruta del viento y la arena y el frío del mar de la costa atlántica sur, en el peor de los casos (....prefiero no pensar en los que están en otras latitudes para no clavarme un clip en la yugular y enchastrar de sangre los papeles de trabajo de las amortizaciones de bienes de uso).
Para un oficinista contador como yo, los lunes de enero representan la peor escoria en el escalafón de los días del año. Los días pútridos, infames, infectos y más desagradables.
¿Por qué? Porque a todas las actividades normales de un lunes cualquiera, tenemos que sumarles por lo menos dos con una enorme sobrecarga: el cierre de balance anual (aunque no todos cierran el 31 de diciembre, pero suele ser la regla general) y la cobertura de espaldas de algún compañero que, hábilmente, disfruta del viento y la arena y el frío del mar de la costa atlántica sur, en el peor de los casos (....prefiero no pensar en los que están en otras latitudes para no clavarme un clip en la yugular y enchastrar de sangre los papeles de trabajo de las amortizaciones de bienes de uso).
Las pocas ventajas que otorgan, como el uso allanado del baño, la cocina o el aire acondicionado, no compensan ni el 1% de las horas extras, exigentes y de trabajo aburridísimo que nos depara el oficinismo en relación de dependencia.
TENGO QUE CAMBIAR DE TRABAJO.
Se me acabó el tiempo para seguir explayando mi catarsis, los dejo hasta la próxima entrada y les deseo a todos desde lo más profundo de mi corazón, que sea martes.
No hay mejor deseo que ese! Que sea martes ya!!!
ResponderEliminar(aunque sublime seria que fuera viernes, pero bueh...)
Hola, soy nuevita, por donde me ubico? Gustazo, che. Otra oficinista.
Pé.
Hola Tía Pé, el gustazo es mío.
ResponderEliminarUbicate donde puedas. Fijate por acá:
http://oficinistaaburrido.blogspot.com/search/label/layout
Que lunes es este lunes!!! DIOS, me quiero ir!!! tengo sueño, más de lo normal no se por que... mi compañerito (que sale de vacaciones el prox lunes) se enfermo y parace que esta semana no viene... la gente esta como loca y a las corridas por la situción política del BCRA y viene más de lo normal... Que sea VIERNES!!
ResponderEliminarBesos a todos
Para que se termine rápido, mejor tomarse el día.
ResponderEliminarCoincido con Vicky, hay que ir al banco y sacar la plata, se viene el corralito K, yo lo escuché a feiman por la tele, salgo de acá y me voy al banco a sacar los 300 pesos que tengo antes que me los caguen. :ironic:
Los comentarios de Vicky y Sr. S me inspiran, un día de estos voy a hablar de la arista apocalíptica del oficinismo.
ResponderEliminarTio, como tu dices: mejor cambia de trabajo. Te leo y me deprimo. Y ya de por si mis lunes también son malos.
ResponderEliminarA mi gusto, peor que el lunes es el domingo a la noche, cuando después de un lindo fin de semana viene el "...bueno... me voy a dormir porque mañana hay que madrugar porque... porque... nooooooooooooooooooo!!!! hay que ir a trabajar!!! NOOOOOOOOO!!!"
ResponderEliminarY luego, insomnio: "me tengo que dormir, me tengo que dormir, me tengo que dormir, sino arranco la semana hecha pelota... y cuánto que falta para el proximo fin de semana... si me duermo ahora puedo dormir 5 horas y media... me tengo que dormir, me tengo que dormir".
UN HORROR.
En cambio los lunes, una vez que estoy frente a mi pantalla con un café, todo luce un poco menos terrible de lo que recordaba.
Esto me pasa aún teniendo un trabajo que me gusta. Porque para mi aunque a uno le guste lo que hace, la proporción trabajo-descanso, está pifiada...
Lunes de Enero.... calor infernal, todo se hace más pesado al pensar que hay muchos tirados en la arena sin hacer nada, el 90% de la gente te atiende de mala gana....
ResponderEliminarEl lado "B" de esto: Tribunales y el Microcentro parecen salidos de una película de ciencia ficción porque las calles están desoladas, Corrientes vuelve a ser ancha y no poblada de miles de abogados y oficinistas, si el que se fue de vacaciones es el denso de tu compañero de oficina, al fin te lo sacaste de encima al menos por 15 días !!!, suena menos el teléfono porque medio mundo no está en la Ciudad, te podés ir a tomar sol a la plaza en el horario de almuerzo...
Puta que vale la pena estar vivo!
Debes cambiar de trabajo, definitivo.
ResponderEliminarPOR FAVOR, te agrego una mas, OLVIDATE DE IRTE DE VACACIONES LA PRIMERA DE ENERO, ANTES PRESENTA LA RENUNCIA, hace una semana que trabajo doce horas diarias, sin contar el acoso permanente de los amorosos auditores que vienen a veces con planteos del tipo: esta solapa deberia estar a la izquierda y no a la derecha, te lo puedo poner como un punto de control interno, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah bueno le dije yo, PONELO NOMAS, y te compadezco por tu trabajooooo!.
ResponderEliminarSaludos, esperando que sea febrero para rajar a las frias costas atlanticas jajaja.
Coincido con Pip, el domingo a la noche es peor...
ResponderEliminarY espero el post sobre la "arista apocalíptica del oficinismo".
Saludos!