lunes, 2 de marzo de 2009

Top Five de trabajos anti-oficina

Me gusta mucho armar top fives. Quizás es por esa manía que tengo de querer catalogar, clasificar y calificar todo lo que esté a mi alcance, como se puede ver en este ejemplo. De todos modos es algo que me gusta, no padezco esta obsesión en lo más mínimo y me resulta muy divertida y hasta tiernamente infantil. Así es que se me ocurrió armar un top five de trabajos antitéticos al laburo de oficina. Al principio me pareció una idea fácil de llevar a cabo, pero a medida que iba pensando y tratando de abarcar el universo laboral conocido y practicado, también me daba cuenta de que la enorme mayoría de los trabajos tiene algo de oficinesco o debe pasar, en alguna de sus etapas, por una oficina. Pensé que también debería definir el concepto de "oficina" para poder delimitar su alcance y, por oposición, encontrar trabajos que tengan en común lo menos posible con aquéllos oficios tan tanáticos.
Así, encontré en wikipedia una definición más o menos abarcativa y hasta con un poco de historia.

Simplificando un poco, para el autor de este blog una oficina es un espacio físico cerrado, un lugar de trabajo en el que una o más personas desarrollan su actividad laboral con una determinada periodicidad y que debe contar como mínimo con una fuente de luz artificial, un teléfono, una silla y un escritorio o mesa (y estoy siendo muy generoso con los requisitos mínimos). Podemos agregar mil detalles y desviaciones, pero en general, no sería más que eso....y tampoco lo merece.

Ergo, un trabajo ubicado en las antípodas de lo oficinesco debe contar con tres propiedades bien marcadas:

a) no debe desarrollarse en un lugar cerrado o en un inmueble fijo (una de las dos características alcanza)

b) la periodicidad de la presencia del trabajador debe ser relativa o nula.

c) no requiere un talento o capacidad física innatos, puede llevarse a cabo con capacitación o práctica pero cualquier hijo de vecino es capaz de hacerlo...Quedan excluídos trabajos como “basquetbolista” o “modelo”.

Con estos lineamientos, armé mi top five de trabajos anti-oficina, incluyendo en esta lista aquellas ocupaciones que yo considero las más atractivas / divertidas / emocionantes.

Puesto Nº 5: Astronauta. Y la madre que lo parió. ¿Qué hago sentado en una oficina cuando podría estar en órbita, viendo la Tierra desde el Espacio, tomando con una pajita grandes burbujas de agua flotando en un entorno de gravedad cero?

Puesto Nº 4: Adiestrador/cuidador de perros. Dado que mi cariño por los perros se acrecienta día a día de la mano de mi perro boxer P. Tinto, hace un tiempo que vengo pensando que adiestrar y/o cuidar perros (ojo, no digo pasearlos, digo adiestrarlos y especialmente cuidarlos cuando sus dueños no están) debe ser un trabajo muy divertido y reconfortante para un espíritu golpeado por tantos años de oficinismo.

Puesto Nº 3: Actor. La verdad es que me hubiera gustado poner "actor porno", pero ese trabajo no puede ser incluído en la lista porque no cumple con uno de los requisitos: en general, se necesitan ciertos dotes innatos que le quitan universalidad a su espectro de candidatos. Por eso elijo la profesión de actor, que también me parece muy divertida y brotada del alma.

Puesto Nº 2: Jardinero. Calculo que con dos años de capacitación alcanza como para ejercer esta profesión tan llena de naturaleza y vida. Ideal para ex-oficinistas con la cabeza quemada.

Puesto Nº 1: Profesor de Tenis. No se dejen engañar, no se requiere un talento innato; soy un convencido con motivos de sobra de que si a los 17 años (cuando uno es casi obligado a elegir una carrera) se empieza de cero a jugar al tenis y se practica con la misma seriedad que se preparan exámenes para ser contador o licenciado en administración, seis u ocho años después se puede dar clases de este noble deporte con un rotundo éxito.

Bonus Track: Troupe de Jackass. No había manera de incluirlo en el ranking porque mi locura es demasiado amateur como para desear un trabajo así y más aun como para pasar la primera entrevista con éxito. Pero no quería dejar de hacer mención al que para mi es el trabajo anti-oficinesco por excelencia.

Un top five modesto, sin muchas pretensiones. Dejé afuera el instructorado de salto en paracaídas, quizás ubicado en el teórico sexto puesto…En fin, vuelvo a mis actividades oficinísticas porque tengo muchas cosas que hacer, como borrar el invasivo spam entreverado entre muchos emails de mi interés. No sé cómo pero hoy, repentinamente, me entraron varios mensajes con el asunto "Agrande su pene"....

11 comentarios:

  1. Yo agregaría el trabajo de Zeta Bosio, recorriendo los festivales de música de todo el mundo... Dios, ese es un trabajo por el que pagaría... literalmente pagaría...

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  2. en mi caso vivir de rentas. QUe hago en esta oficina cuando podría rascarme el que te jedi ir a tocar el timbre y ver qué cosa nueva me compró esta semana...ahhh que hago en esta oficina de diseño????
    jaajjaj
    abrazo
    Gus

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  3. Bárbara, ese trabajo que vos decís es maravilloso. Me lo apropio para mi top five de trabajos que voy a intentar hacer antes de dedicarme a la Jardinería.
    ****************************

    Gus, veo que estás muy interesado en el rascamiento de guindado. Bien por vos

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  4. Troupe de Jackass...

    SEEEEEEEEEEEEEEEE.


    Me anoto de camarógrafó.

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  5. Ser barwoman en una playa del Caribe...

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  6. Falangista: una vez un camarógrafo de Jackass vomitó pero es lo peor que le pasó en su vida laboral.

    ********************

    Vani: gran trabajo el de barman/woman en la playa, si es en el Caribe mejor, porque tenés pan para todo el año. Seguramente Gus va a ir a tomar tragos a tu barra.

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  7. Si me permite disentir, el trabajo de astronauta entra el la definición de trabajo de oficina:

    1. En el espacio pasan días y días en un espacio físico cerrado. Incluso las dimensiones de ese espacio no pasarían los protocolos de higiene y seguridad de las empresas más conspicuas.

    2. Lo de la periodicidad es relativo. En una misión, más que periodicidad es literalmente un full time. Todo el tiempo metidos en el citado espacio cerrado que no pasaría los protocolos de higiene y seguridad de las empresas más conspicuas.

    3. Entiendo que toda la luz que tienen es artificial. Por otro lado, hay sillas y dudo que "Houston we have a problem" haya sido gritado a viva voz (aunque no sé si esos comunicadores cuentan cómo teléfonos o no)

    Yo le digo sólo para que no se lleve un chasco. Saludos.

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  8. Pablo, gracias por tu aporte.

    No considero que el trabajo de astronauta cumpla con el requisito de periodicidad, dado que no se hacen viajes al espacio dos veces por semana o una vez cada dos meses. A eso me refería con dicha condición. En lo demás coincido y hasta me animo a pensar que las relaciones interpersonales podrían llegar a estar tan viciadas o más que en una oficina.

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  9. Y agrego: viajar al espacio sideral pisotea todo lo oficinesco que pueda tener ese trabajo!!!

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  10. Es verdad, quizás lo de la periodicidad no esté. Coincido en que una experiencia de ese tipo debe termina en que el otro sea tu mejor amigo o en un odio profundo. Imagínese las conversaciones: "Me voy a dar vuelta ¿querés que te traiga algo?", "¿Nos reunimos? Ah, así como estamos está bien".

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